martes, 14 de diciembre de 2010

Grita


Grita, grita, grita, grita, libera ese aliento que arde…

Maldita cárcel de anzuelo recogiendo desventuras,

Pero jamás, tú advenir tenue de calma.

Desvístete, tu, solo tu… como las voces del silencio…

Y abrázate a ti misma, respira esa piel aún blanca y temerosa.

Arrástrate al otro lado de la orilla,

El río te traiciona, tropieza con tus lágrimas y la corriente crece,

Pero allí está tu otra mitad, tan sola como tú.

Acaricia esa ausencia y provoca al viento lleno de furia,

Contener su grito de olvido…

Ingenua has sido, presa de tu propio engaño,

Ahogada en tu propio pantano…

La burla del destino has de saldar…

Tan solo grita, grita por dentro,

Escúchate,

Calla afuera,

Y no menciones amor…

domingo, 24 de octubre de 2010

Mí Arcano

Fiebre adherida al sudor,

En estas frías horas,

Compañía indestructible,

Un suspiro en medio del verso inconsciente…



Eres nostalgia y ráfaga de saliva,

Alimentando mí deseo.

Puedo olerte, acariciarte y revolcarte.

Puedo matarte y revivirte,

A mi antojo,

Sin alma,

Constreñida en un rincón de fuego.



Respiración que cautiva cerca a los labios,

Una dulce asfixia,

Su sensación inquieta de libertad,

Sabor a prohibición.



Mía, tan mía,

Sedante alucinante,

Perfume nocturno,

Delicado roce y esencia de placer.



Enredas mi pelo,

Cobijas mi pecho,

Te arrastras entre mis dedos…

Hermosa y sonriente me abrazas,

Te sueño y caes al borde…

Serena y cierta.

sábado, 23 de octubre de 2010

Ayer


Se sentaba mi suave silencio y llegaba la brisa desplegada de sueños,

Sin contaminarme.

Tenía un corazón hermoso, pero frágil,

Cuán frágil, que por ello hoy ya no queda ni la ceniza de su ventana,

Puente de azules cielos.

Yo era quien vestía al universo de tacto,

Hacía nacer pequeños brotes húmedos,

Bebía cuando el sol me atravesaba los párpados,

Y podía alejarlo por largos segundos.

Era yo,

Una rosa sin sangre,

A donde germinaban pequeñas gotas de añoranza, solo que sus huellas se dirigían,

Hacia él… mi felicidad.

Fue la ironía quien se encargó de bautizarlo con un nombre,

Lejos de lo comprendido y de la excusa de comprender…

Si hubo algo en ese ayer que es debido arrojar, es la cercanía a la condena del pensamiento.

Morí en el pasado,

Ahora muero por vez segunda,

Cuando creí ocupar el vano y ronco espacio,

Y las mariposas aprendían a volar.

Fui un soplo de lujuria

Serenidad …. Voz tenue

O algún abrigo coincidente en el camino.

Me marcho, sin gritar…

Apagó mi vela,

Un casi-todo de mi en secreto,

En soledad...







domingo, 29 de agosto de 2010


Emmène moi là ou je t'envoie que l'ombre que je suis
S'évanouisse enfin dans le néant
Que je suis s'évanouisse
Enfin dans le néant...





Desierta


Así es llamada esta historia,

Malgastada en infiernos,

En esperanzas imaginarias.

Persiguiendo su minúscula alma.

Derribada en cortinas oscuras,

Caricias apagadas,

La ausencia de un cuerpo infectado de locura,

Y luego,

Ya no hubo amor…

Amor?

Perdón?

Complementos vacíos...

Los recuerdos atrás los dejó el viajero,

Solo quedaron rastros en el aire impalpable,

Jamás importó el corazón desgarrado, ni la piel desteñida.

Desconoce esas palabras…

El amor le dio la espalda,

El perdón quedó entre líneas…

Desearía dejar escapar un aliento de recuerdos,

La sonrisa al amanecer contemplando un futuro sin veneno,

Sin despertar entre océanos tempestuosos recorriendo sus mejillas,

Y dormir deseando el nacimiento de un nuevo día.

Pero el dolor la arrastra,

Ya no puede desear si solo encuentra frialdad.

Como si nada importara, el verdugo la envolvió en secretos,

Convulsiones latentes…

Dónde quedaste mujer?

Calló tu voz en un manto de piedra…

Cómo actuar? Qué pensar?

Cada vez son más las preguntas,

El tiempo vacila en su picardía,

Y su piel entrecortada y reseca,

Naufragó hacia islas desoladas.

Así que enfermó,

Quedó inmóvil,

Se observó en el espejo,

Y el cristal rompió esa imagen.

Recoge las cenizas!

Aún podrás reconstruir el fuego, encender su calor,

Hay música, hay letras, hay sueños...aún?

Hoy duele respirar,

La luna está desfigurada,

Tan demente,

Afligida...

Impura medianoche,

Sollozos con voz entre las pestañas,

Y ella es un cadáver desnudo.


jueves, 15 de abril de 2010

Atadura



Golpéame pero desángrame,

No me dejes así,

En la mitad del círculo, donde soy una fisura,

Donde cae justo en mi pecho cada pedazo de cielo roto.

Suspenso cotidiano, cruel e insolente…

Estoy caída sin antes haberme elevado.

Tan miserable se puede ser como este frío suelo que quema mi espalda.

Mis lágrimas caen en cristales adheridos a una condena,

Condena de muerte, ausencia de la plenitud sentida en segundos

De un supuesto amor exacerbado por el aliento de la destrucción.

Las heridas son témpanos caídos hacia mi cabeza,

Desde ésta montaña de invierno…

Mis sueños, oh! Sueños?

Podrían salvarme? Quizás en otro espacio…

Los dejé atrás… junto al deseo de volver a ese lugar,

Aquel donde podía plasmar mis huellas sobre blancas arenas sin nunca ser borradas,

El sol no enceguecía tanto, y se podía sentir sin ningún temor en el rostro inofensivo.

La oscuridad de la noche embriagaba mis ojos de constelaciones y viajaba a través de la luz hacia estrellas ocultas, tomaba un puñado de ellas, las guardaba en los bolsillos y eran mías...

Tanto que hasta en los amaneceres podía hacer de ellas presencia,

Y brillaban siempre, como hipnóticas diosas.

Si hoy muriera, al infinito quisiera preguntar ¿cómo volver a ese lugar?...

Aunque en la tierra no lo pueda hallar…

Quisiera saber en qué fallé para haberme sido negado el derecho de estar ahí…

Tan solo ha quedado en mi recuerdo,

Cierro los ojos para volver a sentir que regresé,

La fantasía es difusa, aunque en ella encuentro a veces, solo a veces, algo de calor,

Algo de refugio, algo de mí.

Lejana mi vasija quedó sin rosas, desdibujando su perfume

Dejándome las espinas y los pétalos secos,

Rasgando mis pupilas, ya sin agua.

El ahora, ese ahora tan vano recuerda que mi destierro sigue allí,

Arrojándome a una cueva sedienta,

El ahora te trajo consigo, a ti, ávida atadura…

Temerosa red de cuerpos sangrantes,

Infierno funesto con figura de instinto,

Espejo… en mi propio “mas allá”,

Déjà vu de dolor y olvido.

jueves, 18 de febrero de 2010

AutoEspectro

Regurgitó esa noche la lluvia velos encendidos de espacios intrusos…
Arrastrándose por la frente un secreto de infausto pavimento, tortuoso hasta la ceguera.
Hermético fenómeno… acaso inamovible?,
Ya no sé cómo describir aquel momento.
En un sueño se posó mi vida,
Mis temores y demencias partidas en trozos
De imágenes coloridas.
Fantaseé más de lo debido, más de lo deseado!
Pero, eso era realmente quien soy?… todavía me pregunta la voz indeleble que sacudió mi cuerpo en ese instante.
Giré en superficie borrascosa, con sed de misterio,
Luego el aire se tornó carmesí, como mis labios incomprendidos.
Maldije mi memoria, al impedir el recuerdo de aquellas palabras. Entonces, desperté… y cayó al abismo su presencia.

Musical, infinita




Ligera pasa imperdonable,
Sonora y maniática prontitud extraviada.
Manchando apacible las ondas secretas.
Soy música! Pronuncia sutilmente entre íntimas letras,
Aunque no tenga que hablar…
Respondí, creo respondí… que hiciera de mi un manantial,
Revuelto de rarezas anormales… y a solas.


Ella, solo ella…. sin cantar, clama
Sin bailar… conmueve en estremecimiento hasta el más frío corazón.
Cada noche se convierte en bosquejo de alguna estrofa,
Transportando el alma nómada hacia un sedante de melodías,
Y pinta los vacíos con huellas de rimas, o versos entonados.

Instrumentos que se tiñen en vicios, sin obligadas voces,
Tan rebeldes sus tonadas.


No la describo, es imposible… imposible por aquel que ha disfrutado
Su propulsión en los oídos,
En la piel misma de la perdición.
Por quien la apetece ciegamente frente a latitudes apartadas,
Sintiendo, no interpretando.


Esquiva razones, cifras, durezas…
Solo es libre, vuela, se extiende entre alucinaciones al nido que abriga sus melodías,
En ti, en mi… y nuestra boca desfigurada.

Cuan hermosa creación fue, es y será…
Nos lleva a otra cuna, apartados de formas básicas,
Y adivina el lecho de pasiones.
Tan hermosa, increíble, único amor y
Eterna.

OhhLuna


No arrulla en la constelación, sosiega en la tierra.
Presente su cuerpo canta con voz propia,
Flamantes agujeros, no astronómicos…
De heridas de vida.
Quererle… como princesa, en éste suelo
Mortal, presente, palpable, inquietante, irascible,
Ajeno a ella pero de frente a su palacio…
Si alguien pudiese explicar ese cuerpo de forma individual…
Tal vez no sea en la astronomía de la imagen que han desfigurado
Los mortales vagabundos e insensibles,
Ni aún en la metodología teórica de su mente,
Sino desde ese interior bañado en tinta de colores,
Desde esos ojos que fulminan con su miel, para bien o para mal…
Para quedarse atrapado o no querer volver a respirar…
Desde sus cabellos electrizantes, con un fuego que se aparta del mal común,
Desde la blancura de su rostro, con chispas acarameladas…
Desde su abrazo cálido, sus dedos largos, con aquellas uñas pintadas de inocencia…
Y una sonrisa que dispara la más violenta fantasía de amar…
Ella es: Ohh Luna!, no es la luna,
Es la mujer, la posible
Aquí…
Con su mundo
También
En el mío.



jueves, 28 de enero de 2010

Perdida suavemente entre acordes y voces hiptónicas


Seductora, blanca y roja, a veces negra...
vida
infierno
y verdad...
Maldición
posesión...
inquietud delirante y esquiva,
cómo te deseo...
Eres jaula y yo presa de ti...
Implacable padecer.....

Delito Anónimo

Me destruyo una vez más…
Desaparezco y vuelvo al recinto al que pertenezco.
Siempre firme, sínico conmigo, adulador de la hipocresía,
Vuelvo a ver su fría máscara y baila conmigo en un danzar aterrador.
Dando giros se marea y se destruye mi “yo”, ahí…
En esa gran sala de muerte y desolación.
Fallecen las ilusiones que en el principio de un verano florecieron con sonrisas.
Es hora de despertar tal vez,
Es hora de mirar las sombras directo a su rostro,
Es hora de sangrar junto a las hojas hundidas en la tierra.
Es hora de volver al único lugar donde podría pertenecer,
Porque para mí el sol está tan lejano,
Que tendría que nacer de nuevo,
Y en otro lugar.
Se silencian las líneas trazadas junto a mis labios,
Y todo lo demás…
El grito que mi garganta emitía con emociones cándidas, calla,
Los roces inquietos de mis manos, hacia el vértice de una pluma, se detienen sin pulso.
Una mirada radiante que invocaba figuras en las nubes, se cerró entre los párpados.
Ya no hay colores que venían junto a las mañanas frescas al abrir mi ventana.
Es todo lo que merecía?
En tan poco tiempo terminó?
Para al final encontrar solo amargura, después de recorrer las fisuras que hacían trampa a mí ser.
Hoy no es un día, hoy es como un pasado vengativo,
Espectro que siempre me estuvo buscando en éste viaje sin barcos ni puertos,
Que me toma por los brazos y me cubre con temor.
Judas burlesco, como un cuento malvado que enrojece mis ojos.
Alguna vez comprendí que mientras más camino más me detengo
En los paisajes taciturnos del destino,
Y entre más busque luz,
Entre lágrimas nada mi cuerpo hacia la muerte.