Fiebre adherida al sudor,
En estas frías horas,
Compañía indestructible,
Un suspiro en medio del verso inconsciente…
Eres nostalgia y ráfaga de saliva,
Alimentando mí deseo.
Puedo olerte, acariciarte y revolcarte.
Puedo matarte y revivirte,
A mi antojo,
Sin alma,
Constreñida en un rincón de fuego.
Respiración que cautiva cerca a los labios,
Una dulce asfixia,
Su sensación inquieta de libertad,
Sabor a prohibición.
Mía, tan mía,
Sedante alucinante,
Perfume nocturno,
Delicado roce y esencia de placer.
Enredas mi pelo,
Cobijas mi pecho,
Te arrastras entre mis dedos…
Hermosa y sonriente me abrazas,
Te sueño y caes al borde…
Serena y cierta.