domingo, 29 de agosto de 2010


Emmène moi là ou je t'envoie que l'ombre que je suis
S'évanouisse enfin dans le néant
Que je suis s'évanouisse
Enfin dans le néant...





Desierta


Así es llamada esta historia,

Malgastada en infiernos,

En esperanzas imaginarias.

Persiguiendo su minúscula alma.

Derribada en cortinas oscuras,

Caricias apagadas,

La ausencia de un cuerpo infectado de locura,

Y luego,

Ya no hubo amor…

Amor?

Perdón?

Complementos vacíos...

Los recuerdos atrás los dejó el viajero,

Solo quedaron rastros en el aire impalpable,

Jamás importó el corazón desgarrado, ni la piel desteñida.

Desconoce esas palabras…

El amor le dio la espalda,

El perdón quedó entre líneas…

Desearía dejar escapar un aliento de recuerdos,

La sonrisa al amanecer contemplando un futuro sin veneno,

Sin despertar entre océanos tempestuosos recorriendo sus mejillas,

Y dormir deseando el nacimiento de un nuevo día.

Pero el dolor la arrastra,

Ya no puede desear si solo encuentra frialdad.

Como si nada importara, el verdugo la envolvió en secretos,

Convulsiones latentes…

Dónde quedaste mujer?

Calló tu voz en un manto de piedra…

Cómo actuar? Qué pensar?

Cada vez son más las preguntas,

El tiempo vacila en su picardía,

Y su piel entrecortada y reseca,

Naufragó hacia islas desoladas.

Así que enfermó,

Quedó inmóvil,

Se observó en el espejo,

Y el cristal rompió esa imagen.

Recoge las cenizas!

Aún podrás reconstruir el fuego, encender su calor,

Hay música, hay letras, hay sueños...aún?

Hoy duele respirar,

La luna está desfigurada,

Tan demente,

Afligida...

Impura medianoche,

Sollozos con voz entre las pestañas,

Y ella es un cadáver desnudo.